De cuando emprendí siendo infiel.

Fundé BUNGALOO en el 2017 y ese ha sido el año en el que más fiel he sido a mis valores, a mis talentos, a mi trayectoria y experiencia, a mi visión. No tenía dinero (aún), pero tampoco tenía duda de que ese era MI camino para producirlo. Me sentía feliz.

Llegó el 2018 y me fui infiel. Me dejé llevar por el deber ser, por la comparación externa, por lo que los demás creían o pensaban de mí y empecé a complacer a todo el mundo, incluso a mis clientes.

¿Qué pasó conmigo y con mi negocio?

• Modifiqué mis servicios para adaptarlos a las necesidades de algunos clientes que no eran mi cliente ideal. Ya BUNGALOO no les prestaba servicio. Titi trabajaba para ellos. WRONG! SO WRONG!

• Al estar tan llena de trabajo, no tenía espacio de calidad para atender a lo que realmente sí eran mi cliente ideal.

• No había espacio de creación para nuevos productos, para optimizar mi portafolio de servicios, para evaluar métricas.

• Mi tiempo no valía ni medio ni para mis clientes, ni siquiera para mí. Ellos sentían el derecho de escribirme a cualquier hora, yo sentía el deber de contestarles. Ellos sentían el derecho exigir respuestas inmediatas, yo sentía el deber de dárselas. Ellos sentían el derecho de chuparme mis ideas, mi creatividad. Yo sentía el deber de regalárselas. REGALÁRSELAS.

• Descuidé mi vida personal: No hacía ejercicios, no estudiaba, no leía, no me distraía, no estaba en presencia con mi esposo. Cuando no estaba trabajando, sólo podía dormir. ¡Sin descansar!

• Me desconecté por completo del verdadero WHY de mi negocio. Ya BUNGALOO no me inspiraba. Sólo era mi trabajo.

CONCLUSIÓN: Ahora tenía un poco más de dinero Y la certeza de que ese no podía ser MI camino. Ahora tenía un poco más de dinero, pero estaba VACÍA.

Hoy me doy cuenta: Estaba cursando “Dueña de Negocio 1.1”. En él aprendí:

• Sobre la importancia de los límites. Yo lo sabía desde mi mente, pero sólo cuando me atropellé a mi misma por las prioridades de otros, lo entendí.

• Que cuidar mi energía va más allá del concepto de amor propio. Es una responsabilidad con el mundo que estamos ayudando a crear.

• Que no le hago ningún bien a nadie cuando cedo, cuando complazco, cuando no doy feedback sincero y honesto. Todo lo contrario.

• A reconocer, más que nunca, el valor de lo que hago. Si pierdo el WHY de mi negocio, todo deja de tener sentido.

• A reconocer lo que me merezco.

• Nuevas herramientas para lidiar con situaciones profesionales a las que nunca me había enfrentado.

• Que esto tiene TODO que ver conmigo y mi autogestión y NADA con mis clientes.

Hoy honestamente AGRADEZCO ese aprendizaje porque me hizo una dueña de negocio más completa, más clara de lo que quiero y de lo que no, me dio fuerzas para re-construir, con mucha más solidez, lo que tengo hoy. Realmente lo único que lamento fue haberme quedado tanto tiempo en la misma situación, incluso después de haberla identificado.

Sólo cuando llegué al punto de ni siquiera poder escucharme a mí hablando del mismo tema, entendí que tenía que tomar, OTRA VEZ, una decisión valiente:

1. Comencé por hacerme cargo de mi energía vital. Para tener valentía, necesitaba tener vitalidad. Comencé a salir más a la naturaleza, a hacer ejercicios, tomar mas agua y comer mejor. Ese momento coincidió con el matrimonio de uno de nuestros mejores amigos y era fuera de Miami; así que decidí tomarme ese viaje como un espacio de reconexión con la diversión y conmigo misma. Volví y era otra persona. Ahora podía encargarme de todo lo demás.

2. Luego invertí tiempo y dinero en prepararme para hacer frente a la situación de la manera más profesional, estratégica y creando una relación ganar – ganar. “Despedí” a los clientes que no estaban alineados con mi visión.

3. Finalmente, invertí tiempo y dinero en mi negocio. Volvieron las ideas a mi cabeza, las ganas, el sentido de propósito y se abrió una nueva etapa para mi y para mi negocio. Ese mes siguiente, ha sido el mes que más hemos producido en BUNGALOO.

Hoy sé que voy a pasar por TODOS los cursos 1.X que me correspondan; sólo que ahora me enfoco en recortar el tiempo de aprendizaje para regresar a mi camino más rápido, no por llegar antes a mi meta, sino porque desde mi camino aporto más y mejor.

Ahora sé que lo puedo y quiero hacer diferente.

¡La verdad es que me gusto MUCHO más conectada con mi esencia!